Cuando tuvimos la posibilidad de escaparnos a Rumanía gracias a la invitación por parte de la promoción turística de Bucarest decidimos dedicarle más días al país y alejarnos un poco de la capital y de los típicos destinos más conocidos. Lamentablemente veníamos justo de Grecia de terminar un housesiting y no pudimos irnos antes por lo que solo le añadimos 5 días extras a la ruta por lo que lo más sensato era quedarnos en los alrededores y visitar Transilvania antes de pasar por la capital.
Es normal realizar escapadas a Transilvania desde Bucarest, lamentablemente el 90% de estas escapadas se hacen de ida y vuelta para visitar el archiconocido como “castillo de Drácula” y es una pena porque Transilvania tiene MUCHISIMO más que ofrecer por lo que si cuentas con un par de días extra y quieres conocer un poquito más del país no te pierdas esta guía. Si te gustan los pueblos medievales y los castillos entonces has elegido el destino adecuado.
Para movernos alquilamos un coche, un pequeño Skoda por el que pagamos 63€ por 4 días de alquiler con seguro incluido.
Un poco de historia de Transilvania
Esta región está localizada en la zona noroeste de Rumanía y en el siglo IX pasó a ser ocupado por Hungría. Antes de ello fue conocida por otros nombres y no fue hasta el 1526 que surgió como “principado de Transilvania” cuando respondía tanto al imperio Otomano como a Imperio Habsburgo (o monarquía del Danubio originada en la Suiza moderna. Una vez que el control de este segundo fue consolidado en la región la familia real originaría de Transilvania fue substituida por gobernadores imperiales y en 1867 perdió su estado como principado siendo incorporada en el Reino de Hungría como parte del imperio austro-hungaro.
No fue hasta finalizada la primera guerra mundial que Transilvania pasó a ser parte de Romanía pero curiosamente, en 1940 volvió a a manos de Hungría como parte del acuerdo territorial del Segundo arbitraje de Viena. Esto no duró demasiado ya que volvió a manos Rumanas después de la segunda guerra mundial.
Todo esto oviamente tiene una repercusión clara en la diversidad de culturas y religiones que se pueden encontrar en la historia de este pedazo del mundo dando espacio a la conivencia de Rumano, hungaro y alemán como los idiomas más usados durante más de 4 siglos y es aún visible en las tradiciones locales de sus habitantes. De hecho Transilvania aún mantiene una minoria de hungarohablantes y los alemanes sajones representan un 1% de la poblaci´n actual. Las influencias de Austria y Alemania se ven más claramente en la arquitectura de la gran mayoría de sus zonas urbanas.
Intinerario por Transilvania
Nuestro itinerario comienza con nuestra llegada a Bucarest, decidimos hacer una noche en la ciudad para salir al día siguiente temprano y poder aprovechar el sol al máximo ya que hicimos este viaje a finales de Octubre por lo que las horas de sol ya iban de caída.
Para hacer esta ruta alquilamos un coche en el aeropuerto de Bucarest que retornamos una vez volvimos a la ciudad antes de hacer los últimos días de turismo. Si quieres ver cómo moverte y qué hacer en Bucarest puedes hacerlo aquí.
Curtea de Argeș
Nuestra primera parada casi simbólica fue el pequeño pueblo de Curtea de Argeș, con menos de 30.000 habitantes no tiene mucho que ver pero nos llamó la atención su preciosa catedral romana ortodoxa de inicios del siglo 16 de aspecto bizantino decorada con arabescos.
Abre en verano de 8 AM a 8 PM y en invierno de 8 AM a 5 PM.
Nosotros no entramos porque se estaba celebrando una especie de misa y no quisimos molestar pero si quieres ver un poco de como es por dentro puedes hacerlo aquí
Cruzando la Transfăgărășan (7C)
Hicimos el itinerario en esta dirección por que llegamos justo durante el último día de la apertura de la Transalpina que cierra durante todo el invierno y parte del otoño y primavera debido a su altitud. No queríamos perdernos esta experiencia así que adaptamos todo el camino a esta parada y la verdad es que no nos arrepentimos en absoluto ya que valió muchísimo la pena el recorrido.
La carretera cruza la sección sur de los montes Cárpatos y es la segunda carretera más alta del país solo superada por la Transalpina (67C) y tiene un recorrido de 90 kilómetros y fue construida entre los años 1970 y 1974 mayoritariamente por militares en respuesta a la invasión de Checoslovaquia por parte de la unión Soviética como manera de asegurar control de la zona gracias a la facilidad de acceso de los militares a las montañas en caso de una invasión a la región. La mayor altitud de la ruta se encuentra a 2042 metros de altura.
Es importante tener en cuenta que para coches la carretera normalmente se encuentra cerrada desde finales de octubre hasta finales de la primavera por las altas nieves. De hecho cuando nosotros la visitamos, el 30 de octubre, su último día de apertura, ya había algo de nieve por el camino. Las fechas dependen mucho de las condiciones climáticas por lo que es importante estar al día en caso de viajar sobre esas fechas.
Toda la ruta es un camino serpenteante de paisajes alucinantes en los que la velocidad media no será de más de 40 km por hora por lo que has de tener en cuenta los tiempos necesarios para poder cruzarla sin problema y hacer algunas paradas. Nosotros paramos en la presa para ver una buena parte de la carretera recorrida y también hicimos parada en Balea Lake, el lago en la cima donde llegamos pasadas las cinco de la tarde.
Nos habría encantado hacer la ruta de bajada por la Transalpina pero era imposible con el tiempo que teníamos y los lugares que queríamos visitar, pero si tienes más día dale un vistazo ya que seguro que es impresionante.
Sibiu
Después de cruzar hicimos camino hasta Sibiu donde pasaríamos una noche para poder descubrirla al día siguiente con calma. En Sibiu nos alojamos en un Airbnb que encontramos en el centro de la ciudad por 17€ la noche para ambos con cocina (aquí tienes un cupón de 35€ de descuento para tu primera reserva en Airbnb). También puedes ver donde alojarte en Sibiu aquí. Si reservas usando este enlace nos ayudarás a mantener la información de este blog.
Sibiu se encuentra a unos 275 km al norte de Bucarest, cuenta con unos 170.000 habitantes, fue durante unos años la capital del principado de Transilvania, es conocida como “la ciudad de los ojos” por la particular arquitectura de la zona que recuerda a la arquitectura austriaca y alemana ya que es la ciudad más importante de la región para los sajones y es sin duda alguna una parada indispensable en una ruta por la región.
Es muy probable que hagamos un post especifico de Sibiu porque fue una ciudad que nos encantó. Puedes recorrer la ciudad por tu cuenta gracias a la información compartida en códigos QR en los puntos más importantes de la ciudad donde tendrás información turística en tu teléfono móvil.
Făgăraș
Nuestra siguiente parada importante sería Sighișoara pero teníamos tiempo y queríamos evitar las carreteras principales así que decidimos hacer un desvío que puede parecer absurdo pero que a nosotros nos pareció una buena opción. Nos dirigimos hasta Făgăraș a unos 70 km al este de Sibiu para desde allí tomar una carretera secundaría hasta Sighișoara.
En Făgăraș encontrarás dos construcciones que te llamarán inmediatamente la atención. La primera es la ciudadela (o fuerte) conocida como Cetatea Făgărașului la cual inició su construcción en 1310 con la intención de defender Transilvania de los Otomanos y los Tártaros.
El fuerte sirvió como residencia para la princesa de Transilvania hasta que fue tomado por los austriacos en 1696 y se convirtió en una presión militar. En 1721 pasó a ser la residencia de la Diócesis de Roma rumana y después de pasar por otras manos y llegar a un estado desastroso fue restaurada entre 1965 y 1977 hasta el estado actual. La entrada cuesta 15 lei por persona, 7 si eres estudiante, dentro encontrarás un museo. La mayoría de la información está en rumano. No te cambiará la vida pero nos gustó y con castellano se entiende una buena parte.
La segunda construcción que te llamará la atención es la Catedral ortodoxa de Sfântul Ioan Botezătorul. No tenemos mucha información y solo la vimos por fuera.
Sighișoara
Como te dijimos anteriormente tomamos una carretera secundaría para llegar a Sighișoara y la verdad es que fue todo un acierto. A nosotros nos gusta mucho conducir y perdernos por caminos pequeños en vez de hacer muchos kilómetros muy rápido. Este camino se encontraba pavimentado y nos llevó por pequeñas zonas rurales con atardeceres alucinantes.
Llegamos ya de noche a Sighișoara y nos alojamos en la Casa Sighisoreana por 16€ la noche (80 lei) en una habitación preciosa muy cerca de la ciudadela donde también disponíamos de cocina. Puedes buscar otros lugares para alojarte en la ciudad aquí. Recuerda que si usas este enlace para reservar tu alojamiento nos ayudarás a mantener este blog sin que a ti te cueste nada. Si encuentras un lugar que te gustaría recomendar solo tienes que dejarlo en los comentarios.
Sighișoara es también una ciudad muy importante para los sajones, especialmente para los artesanos ya que en el siglo 12 fueron invitados por el imperio Húngaro para asentarse en sus murallas y defender la ciudad ante invasiones al ser una ciudad fronteriza. La ciudad jugó un papel importante en las relaciones comerciales con el resto de países europeos por su localización y siendo un punto de parada casi obligatorio para artesanos de todo tipo y de todos los imperios.
Hoy en día Sighișoara es un punto reconocido de turismo en la zona gracias al estupendo estado de conversación de su ciudadela amurallada y forma parte de la lista de sitios patrimonio de la humanidad de la UNESCO. Caminarla es gratuito y puedes perderte por sus calles hasta el infinito. Escribiremos también un post especifico de esta ciudad.
Iglesia fortificada de Biertan
Vimos una foto de esta iglesia que se encuentra a solo 30 km de Sighișoara y decidimos hacer una escapada para conocerla.
Biertan fue fundada nuevamente por los Sajones y fue construida entre 1486 y 1524, su edificación principal fue su iglesia que se construyó en el lugar de una antigua iglesia romana. Su construcción fue dedicada a la Virgen María con un estilo arquitectónico gótico con toques renacentistas.
Cuando el rey otorgó derechos de armas a pequeños pueblos de la zona para su protección contra las invasiones Otomanas muchos de ellos lo que hicieron, en vez de construir un fuerte fue fortificar sus iglesias, es por eso que a lo largo de la geografía de la zona encontrarás varias iglesias fortificadas.
Como curiosidad la zona cuenta con una “prisión matrimonial” donde se confinaba a aquellas parejas con el deseo de divorciarse para tomar dos semanas enteras de reflexión sobre la decisión. Si la pareja decidía seguir juntos podían irse antes pero en cualquiera de los casos tenían que compartir una sola cama simple, un plato, un vaso y una cuchara. Por lo que pudimos leer en las inscripciones durante los tres siglos que se realizó esta practica solo una pareja terminó divorciándose.
La iglesia perdió la mayoría de su esplendor durante los robos de la guerra de independencia y los daños del terremoto de 1977 pero se ha ido restaurando poco a poco y desde 1990 los sajones de la zona la visitan una vez anualmente para celebrar sus tradiciones. Es muy común ver las inscripciones escritas en alemán por lo que con mi español y el alemán de Jesper nos fue muy fácil entender toda la información que había disponible.
La iglesia de Biertan fue declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1993, entrar cuesta 10 lei por persona.
Iglesia fortificada de Viscri
Nos enteramos tarde de las iglesias fortificadas (con Biertan) pero nos quedaron las ganas de conocer más así que investigamos rápidamente las que podíamos visitar sin salirnos de la ruta que ya teníamos bastante cerradas y fue así que acabamos en Viscri.
Viscri es una iglesia luterana fortificada también construida por la comunidad Sajona sobre el 1100 y es conocida como “la iglesia blanca”. Su fortificación comenzó en el siglo 12 pero fue realmente llevada a cabo en el siglo 14 durante el mismo periodo que Biertan.
Viscri se encuentra a unos 42 KM de Sighișoara y es un pequeño pueblo de menos de 2500 habitantes, la mayoría de la población actual es Roma con unos pocos Rumanos y algunos alemanes. Los últimos 7 km del camino se realizan por un camino no pavimentado. Como curiosidad en el pueblo se encuentra una casas que pertenece al Principe de Gales, hoy en día es una guesthouse donde puedes alojarte.
Lamentablemente llegamos justo cuando la iglesia se encontraba cerrada de 1 a 2 de la tarde por lo que solo pudimos caminar por el pueblo y los alrededores de la iglesia ya que aún nos quedaban unos cuantos kilómetros hasta nuestro siguiente destino. En cualquier caso la puedes visitar por 10 lei por persona y estamos seguros de que vale la pena.
Castillo de Rupea
El castillo de Rupea lo encontramos de casualidad por la carretera. Ya para entonces no habíamos dado cuenta de que una de las maravillas de recorrer esta área es tener tiempo para perderte y parar donde algo llame la atención porque pasa MUY a menudo.
La ciudadela de Rupea (Cetatea Rupea) es uno de los sitios arqueológicos más antiguos del país con los primeros asentamientos durante el paleolítico y el neolítico (entre 5500 y 3500 AC). Su primera documentación se encuentra en 1324 cuando los sajones se levantaron contra el Rey Carlos I de Hungría y se refugiaron dentro de la ciudadela. En el siglo 14 la ciudadela era un punto estratégico siendo el punto de enlace entre Transilvania, Moldavia y Valaquia.
La edificación se encuentra encima de una roca con una elevación de 120 metros y Rupea, su nombre, viene de Rupes, roca en latín.
No pudimos visitarla por dentro porque como digo desconocíamos su existencia y nos la encontramos de camino.
Castillo de Bran
Esta entrada será corta, no, no entramos al castillo de Bran, en cuanto nos acercamos nos dimos cuenta de que no tenía nada que ver con todo lo que habíamos podido ver hasta ahora, pequeños pueblos y fortificaciones despampanantes sin apenas turismo. Bran es todo lo contrario, delante de sus puertas se encuentra un mercadillo sobre explotado, la entrada cuesta 40 leis y sinceramente ya solo el ambiente no nos gustó demasiado.
Pasamos por allí para poder verlo con nuestros propios ojos y estar seguros de que no nos equivocábamos porque ya habíamos contado con el hecho de que no lo visitaríamos.
Râșnov
Sin quererlo y de camino nos cruzamos a Râșnov y nos arrepentimos haber parado en Bran ni tan solo para ver lo que ya sabíamos porque llegamos demasiado tarde para poder visitar la ciudadela que a vista de pajaro parece increible. Paramos un momento y caminamos sus calles pero nos habría encantado tener más tiempo para dedicarle. Como no sabíamos de su existencia pues no la teníamos incluida dentro de nuestro tiempo.
La ciudadela abre de las 10 AM a las 6 PM o 7 PM dependiendo del día y cuesta 28 lei por persona.
Brașov
La última ciudad en la que hicimos parada fue Brașov y es también actualmente la más grande de las tres con unos 280.000 habitantes. Se encuentra a unos 166 km de Bucarest lo que la hace de relativo fácil acceso desde la capital del país
Los asentamientos humanos más antiguos de los que se tiene conocimiento en Brasov datan del Neolítico (unos 9500 años AC) lo que hace de la zona un lugar de especial interés para los arqueólogos. Al igual que sucedió con la mayoría de los lugares mencionados anteriormente los sajones jugaron un rol importantísimo en el desarrollo de la zona y tal y como sucedió en Sighișoara fueron invitados por el rey para desarrollar los asentamientos, construir minas y cultivar sus tierras así como para defenderlos de posibles invasores otomanos. La mayoría llegaron desde Renania o Bavaria.
La ciudad fue también un punto importante para artesanos y para el comercio ya que se encontraba en las rutas entre el imperio otomano y la Europa occidental. Gracias a ello sus ocupantes sajones pudieron amasar importantes cantidades de dinero y una fuerte influencia política
Hoy en día Brasov es un lugar ideal para hacer base y explorar la zona, su casco antiguo está en muy buen estado de conservación. Desde Brasov también hicimos una pequeña caminata que os contaremos al detalle en la guía que prepararemos de la ciudad.
En Brasov nos alojamos en un apartamento sencillo que encontramos en una web local por 90 leis la noche. También puedes encontrar otros alojamientos en Brasov aquí.
Peles Castle
La última parada antes de volver a Bucarest fue Peles Castle. Nos lo recomendaron como una opción mucho más acercada para visitar por dentro pero lamentablemente teníamos que llegar a Bucarest antes de las 11 de la mañana y el castillo solo abría hasta las 10. Pasamos por allí sobre las 8:30 y tuvimos tiempo para recorrer los alrededores y grabar algún video con el dron.
Desde fuera nos pareció un lugar imponente y estamos casi seguros de que las recomendaciones nos son en vano. La entrada para una visita completa (el piso de abajo y de arriba) cuesta 60 lei.
Después de todos estos kilómetros llegamos a Bucarest para iniciar nuestra ruta de turismo por la ciudad de la que puedes leer todo aquí.