Nos robaron,
Nos robaron 500€.
Sí, en efecto, eso sucedió y no lo contamos hasta ahora porque la verdad no tenía sentido hacerlo antes. Primero porque hace mucho que lo superamos y segundo porque no queríamos preocupar a nadie por algo tan simple como dinero.
Sucedió durante nuestra primera semana de viaje por Asia, la primera señores. Y fue una putada como una casa, pero por suerte no fue nada más que dinero, un robo tonto, de esos de manual, nada peligroso.
¿Cómo nos robaron?
Pues una buena noche de un día en el que creíamos que todo el mundo era bueno y maravilloso (porque todo el mundo parecía serlo por estos lares del mundo), Jesper salió de noche a comprar verdura a nuestra frutería de costumbre a Hamid, el buen hombre que sale dandole besos en las fotos, un tío encantador. Mientras volvía un policía lo paró y le pidió los papeles, Jesper se los dio aún en su mundo de rosas y unicornios. Acto seguido le pidió revisar el bolsito que llevaba por si llevaba drogas.
Hago aquí un inciso y os comento algunas cosas para poneros en posición:
- Como en estos países las penas por estupefacientes son tales, Jesper pensó que era algo rutinario
- Como mi amigo es alemán, todo aquel que lleve un uniforme tiene un poder supremo sobre los demás, es algo inconsciente con lo que crecen
- Como la vida era maravillosa, no se le ocurrió malpensar en ningún momento
Que quede claro que yo todo esto lo entiendo, me podría haber pasado a mi y a cualquiera.
Cuando le devolvió los papeles ya había sacado el dinero, que llevaba en un bolsillo de atrás del bolsito, revisó el dinero y “se lo devolvió” y en todo eso, la realidad es que no lo hizo y para cuando Jesper se dio cuenta ya era demasiado tarde. Intentó perseguirlo sin éxito alguno.
¿Qué hacía Jesper con 500€ en el “bolsito”?
Pues la verdad nada particular, el tema es que por si no lo sabíais (que si no, os dejamos con este post de preparativos para viajar a Irán), a Irán solo podéis llevar efectivo, las tarjetas no sirven para nada, ni para pagar ni para sacar dinero, así que nosotros habíamos salido con nuestros billeticos de 50€ por el mundo y, en un descuido y un olvido, se nos olvidó sacar esos 500€ de ahí (por suerte los llevábamos en dos partes).
Esto añade la complicación siguiente, no teníamos suficiente dinero para nuestra estancia en el país. En todo caso, volvamos a donde lo dejamos..
Ok, que pasó luego..
Jesper volvió al hostal hecho una fiera como jamás lo he visto, cagándose en todo por haber sido un idiota y fustigándose de tal manera que llegaba a puntos de absurdidad. Yo por otro lado, como soy colombiana, lo único que podía pensar es que era una suerte que solo fueran 500€ y no un navajazo, por que me pasó todo tipo de posibilidades macabras por la cabeza que por suerte no sucedieron. Así que con calma conté el dinero que nos quedaba e intenté tranquilizarlo. Para entonces la policía había llegado al hostal y estuvimos una hora rellenando un formulario en farsi con la ayuda del dueño. La cosa quedó ahí.
Bueno no…
Los siguientes días se convirtieron en una procesión en oficinas de policía, que dieron pie a otra cuantas locuras que sin duda hicieron de nuestra visita a la ciudad algo aún más especial, entre ellas haber conocido al policía más digno de bollywood de la historia (de verdad, lo único que podía imaginarme era que estaba en una serie de televisión cuando íbamos a verle, ojalá pudiese haber robado una foto), terminar en una ronda de reconocimiento facial (que obviamente no iba a ningún lado) y conocer a un tipo adorable con una tienda de químicos y artilugios para laboratorios en el centro de la ciudad (nos ayudó en la policía la primera vez que fuimos) en la que el mayor éxito de producto son pipas de vidrio para fumar crack, algo que nosotros obviamente desconocíamos y nos enteramos después de ver como se vendían tubitos como si no hubiese un mañana y cruzar, por equivocación y culpa de google maps, la calle más turbia del mundo llena de yonquis (demasiado puestos para ser peligrosos por suerte) un día queriendo acortar camino para ir a visitarlo.
Vamos, que la cosa fue entretenida y dio para mucho.
En todo caso, seguimos y 15 meses mas tarde estábamos en Filipinas tomando el sol, así que el mundo no se acabó y dejamos de amargarnos después de unos cuantos días. Eso sí, andad muy atentos con el dinero y los policías falsos porque podría haber sido aquí como en cualquier otro lado.
Como dato anecdótico, Jesper volvió de su visita al verdulero con 3 huevos, dos de ellos rotos después de la persecución. No veas que huevo más caro.
3 Responses
Jejej el comentario de tu mamá!
Mi madre también tardó meses en descubrir que nos caímos con la moto en Perú. Madres los hacemos para no preocuparos!
En cuanto al Post es entendible, en muchos países el respeto a “la autoridad” policial es parte de la educación Y la policia honrada…. en cambio en otros no te puedes fiar ni un pelo, pero esto se sabe cuando lo vives.
Yo hace 9 años fui a Tailandia y pensando que los budistas son súper friendly Zen y que en estos países no había delincuencia me robaron 500 dólares y ropa…. entonces mi burbuja de mundo feliz se rompió 😅
Ouch!
Pues eso, te fías y te la meten, pero vamos, aquí en la china y en donde sea, cuando no son timadores baratos son ladrones de guante blanco… Luego vuelves a la burbuja venga, que por eso seguís viajando 😉 No habrá sido para tanto. 😛
Nosotros los padres colombianos de la mitad de esta parejita, no nos enteramos sino muchoooo tiempo despues, aun asi entramos en panico!!!