Está claro, Berlín es el rey de la exploración urbana, miles de lugares han quedado en el olvido, ya sea por ineficiencia, falta de dinero o cualquier otro motivo. Esto ha dejado a aventureros como nosotros un paraíso de posibilidades increíbles.
Lamentablemente, cada día que pasa hace desaparecer estos lugares un poquito más, algunos son demolidos, otros cerrados bajo llave, otros destruidos por la gente que los visita. No creemos que estos lugares hayan de estar ocultos, de ser por ello nunca habríamos llegado a ellos, pero si creemos que han de ser respetados, como todo aquello que aquí anunciamos.
Esta excursión la llevamos a cabo hace ya un año y nunca la dejamos por aquí escrita porque entre una cosa y la otra se nos fue pasando. Sin duda es uno de los lugares más curiosos que hemos podido visitar, sin dejar de lado el pueblo soviético abandonado.
La historia de un parque de atracciones abandonado de Berlín
Para poder adentrarnos mejor en este mundo paralelo hemos de conocer la historia cuanto menos rocambolesca del lugar.
El Spreepark fue inaugurado en 1969 y cuenta con una superficie de más de 25 hectáreas pero no fue hasta el 1989 que se convirtió en un parque de atracciones en manos de Norbert Witte. El parque paso por muchas épocas hasta que finalmente, en 1999 y con muchas deudas encima, subió el costo de la entrada lo cual ayudó a que el parque entrara en quiebra. Finalmente cerro en el 2002 quedo abandonado.
La historia no termina aquí, Norbert Witte envío 6 de sus atracciones a Perú para comenzar un nuevo parque allí llamado “Lunapark”, pero como el anterior termino fracasando. No contento con ello intentó enviar una de las atracciones de vuelta a Alemania, esta vez con sorpresa dentro… En 2003 Norbert Witte fue detenido en Berlín y condenado a 8 años de prisión (¿sólo?) por intentar cruzar con 160 kg de cocaína escondidos en la atracción. Su hijo fue detenido en Perú y condenado a 20 años de prisión, aún se encuentra en la cárcel en Lima.
Nada más dramático para comenzar la historia de esta aventura urbana. El Spreepark ha dejado de ser lo que era. En el 2011 se intenta reabrir el parque pero no lo hace en su totalidad y finalmente vuelve a cerrar, durante los últimos años es posible visitarlo en un “circuito turístico” en un tren que le da una vuelta reducida al parque. Evidentemente nosotros no optamos por esa opción y decidimos despertarnos un jueves a las 5 de la mañana para aventurarnos dentro del lugar.
Las primeras horas fueron duras, cruzamos la valla totalmente a oscuras y todo lo que hacía ruido nos erizaba los pelos. Cruzamos una de las zonas con los dinosaruios gigantes en el suelo hasta llegar a un pequeño tren que tenía una pinta escalofriante. Poco a poco fue amaneciendo y conseguimos acercarnos a varias de las atracciones, las teteras, la noria, un tobogán y la montaña rusa entre las principales. Aún hay resquicios de otras atracciones pero muchas están desparramadas por la extensión del parque, otras zonas simplemente ya han sido demolidas.
Lamentablemente -o por suerte- cosas como estás solo pasan una vez, lo hemos vuelto a intentar varias veces pero la vigilancia y el control han aumentado, conocemos casos de gente con multas de más de 300 euros por haber saltado la valla y haber sido descubiertos.
Por otro lado hace menos de un año hubo un incendio en una de las zonas del parque dejando en cenizas una buena parte de él. Eso sumado a la gente que ha decidido llevarse “souvenirs” entre otras cosas han hecho que el lugar haya perdido su encanto.
Me disculpo con vosotros y conmigo misma porque esa mañana nos fuimos de visita al parque y la tarjeta de mi cámara no estaba dentro, lo se, soy muy lista… Por otro lado solo nos quedaba la Gopro que apenas tenía batería al igual que el teléfono así que las fotos que hicimos son bastante pocas y dejan mucho que desear.
En todo caso fue una visita mágica y especial.
Hicimos nuestra incursión en 2016, hoy en día no tenemos reportes de la situación actual el parque pero sabemos que ha pasado épocas con las vallas reparadas y resguardado por perros, aunque también hemos visto periodos sin ambos.
En cualquier caso, si queréis verlo con vuestros propios ojos todavía es posible acercarse al máximo en el bosque de Planterwald y hacer el camino que le rodea, para aunque sea verlo desde las rejas.
3 Responses
El lugar es muy lindo, como leí en el comentario de arriba es una pena. Bueno si no nos van a dejar entrar al menos que hagan algo bueno de ese sitio. Aunque en realidad se ve como en un apocalipsis zombie.
Saludos
Es posible colarse sin problemas?? Tengo pensado ir la semana que viene y no quisiera meterme en problemas ni pagar por una visita… Muchas gracias y felicidades por el blog! Saludos 😉
Hola Hector,
Lanmebtablemente la seguridad ha aumentado y las multas pueden ir hasta 300€ en el momento en el que entramos aún no habían trabajos en la zona, ahora ya los hay 🙁
Saludos!