Llegamos a Shiraz directos desde Persepolis (aquí puedes ver como llegar a Persepolis por tu cuenta y menos de 1€) casi sabiendo que no sería aquello que todo iraní quería vendernos, lo sabíamos porque en realidad nadie nos hablaba de Yazd pero había sido nuestro lugar favorito hasta ahora y parecía que Shiraz era el suyo pero por otros motivos. Aún así teníamos que darle una oportunidad, no podía ser que todo local la tuviera en la boca si no valía la pena.
Shiraz fue el corazón de la civilización persa y uno de los destinos turísticos más famosos y visitados del país. En gran parte porque Persepolis se encuentra a apenas unos pocos kilómetros de la ciudad y es uno de los “must see” de un viaje a Irán. Supuestamente es una de las ciudades más abiertas del país, precisamente por el turismo, pero la realidad es que en lugares como Teherán o incluso en Sanandaj nosotros ya habíamos probado una buena parte de esa sociedad que vivía escondida bajo un régimen autoritario y habíamos podido disfrutaría de primera mano, no esperamos lo mismo de Shiraz, tampoco estábamos buscándolo.
Siendo sinceros desde el principio he de decir que por muy bien que nos hubiesen hablado de Shiraz la realidad es que para nosotros no fue mucho más que mezquitas y jardines, y nunca fuimos grandes adoradores de los Jardines y… después de un par de ocasiones dejamos de serlo de las mezquitas, casualmente en Shiraz (yo principalmente), al menos de las mezquitas en Irán. Por lo que nuestra estancia en la ciudad, después de haber visto lo que realmente nos interesaba, se limitó a trabajar y planear nuestro siguiente destino.
Es importante tener en cuenta que en Shiraz, de nos ser por la represión absurda que vive el país, hay un par de cosas más que nos llamaron la atención, su tradición poética, presente en la historia de uno de los poetas más reconocidos de Irán, Hafez, y en su vino.
Seguro que llegado hasta este punto, si eres alguien que disfruta mínimamente el vino, sabrás que existe una variedad de uva con el mismo nombre, Shiraz. Antes de la revolución Islamica Irán contaba con una enorme tradición de vino que aún es presente en los sotanos ocultos de mucha gente (como en la familia que nos ofreció vino casero en nuestro paso por Sanandaj), dime tu en que país sabe la gente hacer vino en su sótano si no es en Irán.
La primera evidencia de cultivo de uva para la producción de vino en Shiraz data del 2500 A.C. Para el siglo 14 Hafez, el poeta, inmortaliza la importancia del vino en su poesia. En 1680 un mercante francés describe en Europa el sabor del vino Iraní, “De un rojo muy especifico”. Cuando en 1979 llegó la prohibición al alcohol se cerraron viñedos en todo el país y se intentó sepultar una de las partes de la historia más importantes de la ciudad.
Con todo esto, si eres de mezquitas y jardines te dejamos con algunas ideas para visitar en la ciudad. Y si no lo eres, siéntate a hablar con los locales, seguro que aprenderás algo nuevo, igual hasta te invitan a una copa de vino casero.
¿Qué ver en Shiraz?
Si tienes poco tiempo, no entiendes muy bien el inglés o simplemente no quieres romperte el coco, entonces te recomendamos esta visita guíada en español por Shiraz que incluye comida y dura 8 horazas. Suficientes como para darte una idea inicial de la ciudad.
Shrine of Imamzadeh-ye Ali Ebn-e Hamze
Nuestra primera mezquita en la ciudad y una de las primeras del país, habíamos entrado a otras con anterioridad pero solo a las que son gratuitas ya que, al igual que tampoco lo hacemos con las iglesias, nos negamos a pagar para entrar a un recinto sagrado y público.
En este caso nos topamos con la cúpula por casualidad caminando desde nuestro alojamiento al centro y decidimos dar un vistazo, un pequeño y colorido patio nos daba la bienvenida y por primera vez tuve que ponerme un chador encima. El ambiente era agradable, el sol brillaba y mientras Jesper se paró a conversar con el imam yo me adentré por primera vez en una mezquita Iraní. Pedí permiso para hacer fotos que me dieron sin problema, un grupo de mujeres se encontraba rezando y me miraron con una sonrisa.
No vimos un solo turista, y teniendo en cuenta que nuestra experiencia con las mezquitas iraníes es corta pero intensa, fue nuestra favorita.
La entrada es gratuita.
Mausoleo de Hafez
Como os contábamos antes Hafez es una de las figuras principales de la ciudad y del país, no habrá casa Iraní en la que no lo mencionen al menos una vez. Su cuerpo se encuentra aquí enterrado, un lugar de peregrinaje para muchos locales.
Nosotros decidimos no ir, en Irán tuvimos que acortar muchos gastos debido al robo que tuvimos en Teherán por lo que no podemos darte nuestra opinión personal, pero sabemos que esta en todas las guías de turismo y todo aquél al que le preguntes donde ir lo terminará mencionando en algún momento
La entrada cuesta 150.000 por persona y se encuentra abierto de 8AM a 9:30 PM.
Shah-e-Cheragh Shrine
La mezquita más importante de la ciudad y uno de los complejos más grandes (y bonitos) del país. Entramos nuevamente por la grauititad de su entrada y nuestra curiosidad, pero al contrario de la atmósfera amigable y abierta que nos encontramos en nuestra anterior experiencia aquí la cosa fue un poco en sentid contrario.
Nada más llegar pasamos un par de controles de seguridad, me dieron un chador y nos juntaron con otro grupo de turistas que seguiríamos a un guía (gratuito) que nos daría una vuelta por el complejo. Es una pena porque el guía podría ser de utilidad pero la realidad es que es más bien un escolta que se asegura de que no te vayas donde no te han invitado, por lo que no esperes obtener una gran cantidad de información de allí.
La plaza es espectacular y es muy bonito ver a la gente haciendo uso de ella, por un momento me pareció un lugar hermoso pero eso se me pasó por la noche al hablar con uno de nuestros recién adquiridos amigos Iraníes que nos comentó que antes ese espacio era una gigantesca plaza abierta a todo el mundo… ahora es una mezquita, otra más.
El chador en este caso me hacía sentir miserable, era larguísimo y se me caía en todo momento, el resto de mujeres de nuestro grupo parecía sentirse de la misma manera, era incapaz de hacer fotos porque tenía que tener mis manos ocupadas en aguantar la tela, no podía ni sonarme sin hacer un drama, en algunos pasos tenía que pararme, ponerme de cuclillas y así evitar que el chador se lo llevara el aire. Llego un momento en el que una de las chicas tiro una tarjeta al suelo sin querer y fue incapaz de recogerla ella misma porque no podía moverse con libertad. Era horrible ver como tu pareja y el resto de hombres del grupo se movían con total libertad y tu parecías una momia, me sentí anulada, me sentí miserable… y después de esa experiencia decidí que no volvería a entrar a una sola mezquita más del país, por gratis que fuera.
Eram garden o Jardines de Narajestab
Como os podréis imaginar por lo que os he contado a inicios de este escrito tampoco visitamos estos Jardines, primero por presupuesto (que como decía lo teníamos corto en estos puntos del país) pero tampoco por Interés. Que os vamos a decir, no nos apasionan los jardines. Eso sí te dejamos la información por si estás interesado
La entrada por persona cuesta 150.000 riales y está abierto de 8AM a 6:30PM.
Nasir-ol-Molk, la mezquita rosada
Casualmente este era uno de los motivos por los que venía a la ciudad, había visto miles de fotos de los ventanales dejando pasar una intensa luz rosada… Tenía que verlo sí o sí.
Pues bien, no es por exagerar, pero entre que lo encontré contradictorio conmigo misma por los motivos que os comenté más arriba, he de decir que aparte acabé hasta las narices con la visita a nuestra mezquita anterior, tanto así que decidí no ir y finalmente se quedo en la lista de cosas que la verdad, tampoco me arrepiento.
Si estás interesado es importante que sepas que para poder pillar la luz colandose de tal manera por los ventanales será necesario que vayas a primera hora de la mañana y que no es un secreto, por lo que estarás tu y otros cientos de turistas buscando la foto de Instagram.
La entrada cuesta 160.000 por persona y lo mejor es entrar antes de las 9 am.
Fortaleza de Karim Khan
Construida en el 1766 por Karim Khan, fundador de la dinastía Zand, recuerda brevemente a un fuerte medieval por su forma exterior y sus murallas, imposible de pasar desapercibidas caminando por la ciudad ya que cubre un área total de 4000 m2 dentro de 4 torres enormes de 14 metros de ancho. Por lo que sabemos dentro hay museo, el precio es de 150.000 riales por persona y su horario de apertura es de 8AM a 7:30 PM.,
Más que por dentro nos encantó por fuera, justo enfrente cuenta con una plaza que es el centro de la vida social de la ciudad.
Takht-e–Jamshid o Persépolis
Finalmente y no por ello menos importante, el punto fuerte de la visita a Shiraz de casi todos los viajeros que pasan por la ciudad, visitar Persepolis. Como lo nuestro fue una estancia de una mañana entera y además lo hicimos por nuestra cuenta, tenemos mucho que decir, por lo que si estás interesado dale un vistazo al post especifico: Persepolis, como llegar por tu cuenta donde te explicamos todo al detalle como visitar la ciudad por tan solo 6€ por persona, entrada incluida.
Nuevamente, si no tienes tiempo, no quieres lios o simplemente no te aclaras con el idioma entonces puedes optar por hacer esta excursión por 95€ con guía en español, comida y transporte incluidos.
¿Dónde dormir en Shiraz?
Al ser una ciudad altamente turística los precios se multiplican, ya lo habréis visto con los precios de las entradas, lo mismo sucede con los hoteles. Todo lo que encontramos online se salía de nuestro presupuesto así que decidimos llegar temprano y dedicarnos a buscar por la calle Takhti Street tal y como nos recomendaron algunos locales, allí encontramos el Shekofe hotel (entre muchos otros) donde pagamos 400.000 riales por noche y habitación doble (con pica y nevera incluidas), uno de los alojamientos más baratos del país.
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