El desierto de Atacama no solo es el lugar más árido del planeta, sino también una explosión de paisajes surrealistas, cielos estrellados y cultura ancestral, desde luego uno de mis highlights de este año ya que hacía mucho tiempo que lo tenía presente, desde esa Ruta a Sudamérica de hace más de 13 años en la que no pude pasar por aquí, esta vez si fue y fue increíble. Si como yo te propones conocerlo te recomiendo que cómo mínimo lo hagas en 3 días, aunque me parecería poco, nosotros estuvimos 5 y te juro que podríamos habernos quedado más, tienes que pensar que la llegada muy probablemente te tomará medio día al menos, dependiendo de de donde vengas y para salida nosotros dormimos en Calama así que medio día también se fue por ahí. En cualquier caso, independientemente de como te organices así que te dejo por aquí nuestro itinerario para visitar el desierto de Atacama.
Día 1: Llegada a San Pedro de Atacama y, si quieres, exploración inicial Cómo llegar a San Pedro de Atacama
Cómo llegar a San Pedro de Atacama
La puerta de entrada al desierto es el Aeropuerto de Calama. Desde allí, un viaje de 1.5 horas te llevará a San Pedro de Atacama, el corazón de la región. Puedes optar por un transfer privado (aproximadamente 32€ ida y vuelta) o tomar un autobús económico por 3000-7000 CLP o en nuestro caso alquilar un coche para moverte desde allí. Más información sobre cómo llegar al desierto de Atacama y cómo alquilar un coche la tienes aquí.
Una vez instalado en tu alojamiento, si llegas temprano puedes dedicar la tarde a recorrer el pueblo de San Pedro de Atacama. Sus calles de tierra, casas de adobe y pequeños cafés crean una atmósfera bohemia y acogedora. Sí además vas con niños os implemente tienes más horas muertas mientras organizas tus visitas también puedes pasar poe el Museo Arqueológico R. P. Gustavo Le Paige, donde aprenderás sobre la rica historia indígena de la región o por el Mercado de Artesanías: Perfecto para comprar recuerdos como textiles, joyería de cobre y cerámica local.
Día 2: Valle de Catarpe, Pukará de Quitor y Valle de Marte
Valle de Catarpe (La garganta del Diablo) y Pukará de Quitor
Para comenzar decidimos hacerlo por el Valle de Catarpe, conocida por los turistas como La Garganta del Diablo, ni idea de donde porque tanto a la entrada como todos los locales se referían a ella por su nombre, así que eso mismo haré yo aquí. El Valle de Catarpe se encuentra aproximadamente a 6 kilómetros, unos 40 minutos en bicicleta) al norte de San Pedro de Atacama, enclavado en la Cordillera de la Sal, es una formación rocosa que se ha ido moldeando por la erosión del agua y el viento a lo largo de miles de años, creando un estrecho cañón de paredes altas. La idea inicial era visitar la Pukará de Quitor una construcción preincaica que toma su nombre, actualmente considerada un monumento nacional de la República de Chile.
La entrada fueron 5.000 CLP, hay tickets reducidos por 1.000 para niños, adultos o indigenas. La entrada para Pukará de Quitor son 5.700 CLP por adulto. Te cuento todo al detalle sobre el Valle del catarpe en este pequeño reel.
A mi la verdad me gustó bastante porque además no estuvimos apenas con nadie más que un par de ciclistas que llegaron, me pareció una caminata sencilla con un mirador precioso. Nos tomamos la visita con calma y la recomiendo 100% si tienes tiempo. Ah sí, si en realidad te gusta caminar puedes hacerlo hasta el pueblo pasando el mirador. Maps me tiene la ruta completa, desconozco la duración pero si lo haces te aconsejaría que te informaras con antelación.
Valle de Marte (o Valle de la Muerte)
El Valle de Marte, famoso por sus dunas rojizas y paisajes imponentes que como puedes imaginar parece sacados de Marte, se encuentra a tan solo 2 kilómetros del pueblo y el él podrás disfrutar dunas gigantes y una experiencia de sandboarding.
Para llegar hasta allí muchos nuevamente optar por hacerlo en bicicleta, hay una pequeña subida en la carretera antes de llegar pero la distancia es es fácil de cubrir, desde San Pedro de Atacama hasta el Valle de Marte tendrás unos 15-20 minutos en bicicleta. Puedes incluso llegar a pie en cosa de 45 minutos a una hora o como nosotros lo hicimos en tu coche de alquiler que será cuestión de pocos minutos.
La entrada cuesta 6.000 CLP y el recinto cierra sobre las 5 o 6 pm por lo que coordina bien los tiempos. Puedes ver toda nuestra experiencia en el Valle de Marte y el Valle de Catarpe aquí.
Noche del día 2: Atardecer en el mirador del Valle de la muerte y Tour Astronómico
Cómo teníamos la entrada al Valle de la muerte decidimos aprovechar y usarla para ver el atardecer en el mirador del mismo. Al volver al coche lo tomamos e hicimos los pocos metros en él y aparcamos en la cima esperando que cayera el sol. Por la noche Hoyri Atacama nos recogió para darnos una clase de astronomía con observación durante la noche a plena luna nueva. Te contamos todo a detalle sobre el tour astronómico en este pequeño video.
Día 3: Lagunas de Baltinache y Valle de la Luna
Lagunas de Baltinache
Este día comenzó con una de las excursiones más particulares del viaje: las Lagunas de Baltinache. El acceso es complicado si vas por tu cuenta —como hicimos nosotros—, ya que el tramo final del camino es un auténtico serrucho. Aun así, y con mucho cuidado, llegamos bien. Allí flotamos en aguas saladas en un paisaje completamente surrealista. Si quieres todos los detalles, cómo llegar, qué llevar y cómo evitar los grupos grandes de turistas, te lo contamos aquí.
El Valle de la Luna
Por la tarde, visitamos el clásico Valle de la Luna. A pesar de su fama y de estar más concurrido, el sitio no decepciona. Entre dunas, formaciones rocosas y salinas, pasamos varias horas explorando algunos de sus puntos más famosos como las Tres Marías o el gran anfiteatro. Como siempre, protector solar, agua y ropa ligera pero de manga larga, son tus mejores aliados.
Atardecer en Piedra del Coyote
Cerramos el día viendo el atardecer desde el mirador de Kari, también conocido como la Piedra del Coyote. Aunque suele ser un sitio concurrido, el espacio es amplio y el espectáculo lo vale: el sol cayendo tras los cerros y tiñendo el desierto de colores que solo ves una vez en la vida. Lleva una chaqueta: cuando el sol desaparece, el frío aparece de inmediato.
Puedes leer todo sobre el día 3 en nuestra guía sobre las lagunas de Baltinache y el Valle de la Luna
Día 4: Géiseres del Tatio y Valle Arcoiris
Géiseres del Tatio
Este día empezó de madrugada. Literalmente. Salimos cerca de las 3:30 AM en coche para llegar a tiempo al espectáculo matutino de los géiseres. Si vas en tour, te recogen un poco más tarde, ya que no tienen que hacer cola al llegar. La entrada cuesta 15.000 CLP y es recomendable llevar algo de efectivo por si acaso. Al llegar, la temperatura estaba cerca de los -10°C, así que ropa térmica, guantes, gorro y una bufanda se vuelven imprescindibles. También es fundamental ir bien hidratado y tener precaución con el mal de altura: estás a más de 4.300 msnm.
Ver las fumarolas activas en contraste con el frío del amanecer fue impresionante. Pasamos un par de horas paseando por el campo geotérmico, y aunque hay una piscina termal natural donde es posible bañarse, la verdad es que con ese frío no nos animamos. Algunos valientes sí lo hacen, pero asegúrate de tener toalla y muda seca si vas a probar.
Machuca
De vuelta hacia San Pedro, hicimos una parada técnica en Machuca, un pueblito de dos calles que se encuentra a más de 4.000 metros de altura. Hay una iglesia pequeña construida con adobe y paja, y varios puestos donde puedes probar empanadas (también sin carne) y las clásicas brochetas de llama. Es una buena ocasión para estirar las piernas, tomar un café caliente y, si tienes suerte, ver flamencos y vicuñas en los bofedales cercanos.
Valle Arcoíris
Ya por la tarde y tras un descanso, fuimos hasta el Valle del Arcoíris, un lugar que no suele estar en todos los itinerarios pero que nos encantó. La combinación de minerales en la tierra crea capas de colores que, con el sol de la tarde, parecen un cuadro impresionista. El acceso es sencillo, aunque tras las lluvias recientes había partes del camino algo destrozadas. La entrada se paga en el lugar, y se puede recorrer en coche o en bici.
Puedes leer todo sobre el cuarto día en el desierto de Atacama en la guía sobre los Géiseres del Tatio y el Valle Arcoíris
Día 5: Ojos del Salar, Lagunas Altiplánicas y paseo por San Pedro
Ojos del Salar
Tras el madrugón del día anterior, decidimos arrancar con algo de calma, pero aún así fuimos hasta los Ojos del Salar, dos pozas de agua dulce perfectamente circulares en medio del salar. Aunque fotogénicas, tengo que reconocer que no fue mi parada favorita: el camino se nos hizo largo, había bastante viento y no vimos a nadie bañándose, por lo que asumimos que actualmente no está permitido. La entrada cuesta 5.000 CLP.
Lagunas Altiplánicas
Desde allí tomamos rumbo hacia el altiplano para visitar las Lagunas Miscanti y Miñiques. El trayecto en coche desde San Pedro dura aproximadamente 1h 50min y el paisaje durante la subida merece cada minuto: volcanes, vicuñas, y llanuras desérticas que se extienden hasta el infinito. Una vez allí, a más de 4.200 metros de altitud, el frío y el viento golpean fuerte, pero la vista de las lagunas color turquesa rodeadas de montañas es sencillamente brutal. La entrada cuesta 3.000 CLP por persona.
San Pedro y su mercado
Ya de regreso en San Pedro, aprovechamos para dar un paseo más tranquilo por el pueblo. Visitamos el mercado artesanal frente a la plaza, compramos algunos recuerdos y nos detuvimos en un puesto de empanadas que hay en la calle principal —una delicia, si lo ves abierto, no lo dudes. También entramos al mercado interior cerca de la iglesia donde venden productos locales y frescos, y no nos fuimos sin volver a mirar el termómetro UV que tienen en la plaza, que siempre marcaba “extremo”.
Atardecer en el Mirador de Tara
Para despedir el día, decidimos alejarnos un poco más del bullicio y nos dirigimos al Mirador de Tara. El acceso requiere coche y algo de paciencia, pero una vez allí el silencio y la inmensidad del paisaje —con los Monjes de la Pacana al fondo— nos dejaron sin palabras. Un cierre perfecto para uno de los días más completos del viaje.
Si quieres ver todo el día 5 al detalle puedes hacerlo aquí.
Día 6: Despedida y traslado a Calama
Desayuno final y últimas compras
Nuestro último día en San Pedro fue breve pero especial. Comenzamos la mañana con un desayuno en la Franchutería, una panadería con jardín atendida por franceses donde sirven pan artesanal y pastelería recién hecha. El sitio es muy conocido y la calidad lo vale. Nos sentamos en su terraza bajo el sol tibio de la mañana antes de dar una última vuelta por la plaza y recoger algunas cositas en el mercado artesanal.
Hacia Calama
Después de cargar el coche, pusimos rumbo a Calama. El trayecto dura poco menos de dos horas, así que lo hicimos con calma, parando de vez en cuando para mirar por última vez ese paisaje infinito del desierto. Llegamos a nuestro hotel cerca del aeropuerto justo al caer la tarde. Habíamos decidido dormir allí para tomar el vuelo de regreso temprano al día siguiente sin prisas ni estrés. Fue una decisión acertada, porque nos permitió cerrar el viaje con tranquilidad, en vez de correr a última hora.
Y así terminó nuestra aventura por Atacama, un lugar que no solo sorprende por sus paisajes, sino que deja huella. De esos sitios que uno ya empieza a extrañar incluso antes de irse.
Consejos prácticos para tu viaje al Desierto de Atacama
Lleva efectivo: No en todos los puntos aceptan tarjeta, especialmente en entradas y pequeños mercados.
Protección solar: El sol pega fuerte, usa gorro, gafas de sol y protector solar de alta cobertura.
Ropa adecuada: Ropa ligera para el día, pero abrigo para la noche. Las temperaturas pueden variar 30°C en un mismo día.
Altitud: Muchos puntos están por encima de los 4.000 msnm. Hidrátate bien, evita esfuerzos al principio y lleva algún remedio para el mal de altura si lo crees necesario.
Agua: Siempre lleva al menos 2 litros por persona.
Apps útiles: Maps.me (con mapas offline), Windy (para clima) y Stellarium (para observación astronómica).
Espero que disfrutes del recorrido, sinceramente es uno de los viajes más espectaculares que he hecho y es sin duda un destino al que volveré.