A los bloggers de viajes no nos pagan por viajar

De seguro entraste preguntando en voz baja “¿cómo es eso que no les pagan por viajar?”. O te llamó la atención. O, muy probablemente, eres de esas personas que piensan que todo lo que se dice sobre viajar, escribir y ganar dinero con un blog de viajes son puras mentiras.

Antes que nada, quien escribe tiene un blog de viajes (y otros dos más, pero no viene al caso). Y, a pesar de los escépticos, viajo y escribo y, a veces, me pagan por escribir sobre viajes o para otros medios. No vivo ni del blog de viajes ni de escribir (todavía). Y si tengo “la suerte” de viajar, es porque busco los medios para hacerlo.

Investigando la forma de abrir más el abanico de oportunidades, es que me encontré con un montón de sitios webs (e incluso de blogs de viajes) que te venden el famoso sueño de que te van a pagar por viajar. Lo admito. Entré y leí todo lo que ofrecen. Y una vez más, me convencí de que nunca nos van a pagar por viajar. Que sería hermoso que sea realidad pero que no lo es. Y que aquellos que reciben un beneficio por parte de una empresa “equis” y te dicen que les han pagado por viajar, no es del todo cierto.

Voy a ponerte un ejemplo para que entiendas a dónde apunto.

La aerolínea “elige el nombre que quieras” descubre tu blog y decide que te regalará unos pasajes aéreos para que viajes al destino que desees y sigas compartiendo tus historias de viajes.

¡Perfecto! El sueño de todo bloguero de viaje hecho realidad.

Pero… ¿Te están pagando por viajar? ¡No!

Y si en el contrato entre tú y la aerolínea incluyeran un monto determinado considerándolo una remuneración para que escribas un post recomendado la empresa y además subas fotos y vídeos sobre el interior del avión y los servicios que puedes disfrutar. ¿Te están pagando por viajar? ¡No!

“¡Pero te están remunerando o dando algo a cambio que te beneficia! ¿Cómo puedes decir que no te pagan por viajar?”

Sí, escucho sus mentes a distancia. Insisto. A los bloggers de viajes no nos pagan por viajar. Cuando te llega un correo electrónico invitándote a un tour por determinada ciudad para que luego comentes de ese viaje en tu blog, no te están pagando por viajar. Lo están haciendo para que escribas, para que saques fotos, para que grabes y edites vídeos.

Y además, para que luego utilices tus herramientas de marketing, SEO, Community Manager, etc… y compartas el contenido en las redes sociales que vos construiste y envíes ese contenido a los suscriptores que tu lograste captar.

¿Se entiende?

Es muy linda la idea romántica de que nos pagan por viajar. Pero vamos… ¡Qué así parece que no estamos dando crédito a lo que realmente importa! Me refiero a nuestras habilidades, nuestros conocimientos, nuestras fortalezas.

Así como a un médico se le paga por salvar vidas, a un abogado se le paga por defender a una persona, a una maestra por enseñar a los niños. Los blogueros, seamos de viaje o no, tenemos que empezar a tomarnos en serio nuestro trabajo.

¿Cuántas veces escuchaste o leíste que despectivamente alguien mencione “a ese le pagan por viajar”? ¡Cómo si fuera un pecado o algo ilegal! Y eso es porque no se reconoce todo el trabajo que hay detrás de un texto, una imagen o un vídeo que se ve a través de una pantalla. Por eso, estoy convencida que no nos pagan por viajar, lo hacen por nuestras habilidades, por cómo transmitimos a través de palabras, fotografías y vídeos lo que vivimos y lo que el mundo tiene para ofrecernos.

Pero no te quedes solo con el ejemplo de la aerolínea que te da un billete de avión para viajar a donde quieras. Si una empresa “zeta” te pide que escribas artículos sobre determinados lugares que conoces y te paga por eso, no te está pagando por viajar, te está pagando por escribir y eres tú el que decide qué hacer con ese dinero. Por supuesto, si te gusta viajar, seguramente lo inviertas en un viaje. Por eso es importante que ames lo que haces y no te abras un blog de viajes solo porque tienes la idea de que te van a pagar por viajar. Hazlo porque te gusta.

El mejor consejo que puedes leer hoy en día, es que trabajes para vos y, si debes trabajar para otro, que sea en algo que te apasione y te enriquezca a nivel personal y profesional y luego decidirás qué hacer con el dinero.

Y siempre, pero siempre, valora el trabajo que realizas.