Fechas navideñas… el tema esta de moda y después de 3 largos años finalmente pasaré nuevamente la nochebuena con mi familia. Es ahora más que nunca cuando todos me preguntan:
¿Vuelves a casa por navidad?
Lo reconozco,
Es una mezcla de envidia e incomprensión lo que me pasa por la cabeza cada vez que escucho a alguien decir que “vuelve a casa”, la incomprensión viene debido a las miles de preguntas que me pasan por la cabeza cuando pienso en “volver”, “¿Que es volver?” “¿Donde se vuelve?”. La envidia porque soy incapaz de encontrar la respuesta a esas preguntas que para todo aquel que menciona su viaje de vuelta parecen tener una respuesta tan fácil.
Siempre les respondo con una sonrisa torcida: “Paso la navidad con mis padres”
¿Donde voy a volver si con 12 años me mude de continente?¿Si la casa en la que ahora viven mis padres nunca ha sido la mía? -ni la anterior- ¿Si he tenido un total de 12 códigos postales/direcciones distintas hasta ahora en mis 27 años?. Mi vida es un constante recorrido sin camino de vuelta, al menos no por la misma carretera, los puntos de referencia estáticos ya no existen, solo puedo crearme unos nuevos… O volver, pero a todos ellos.
Me choca por que ahora mismo estoy en casa, entonces ¿Cómo voy a volver a casa si ya estoy en ella?
Unos me llaman fría, otros desarraigada, otros simplemente insensible.
No entienden que me muevo hacia adelante, incluso sin haberlo planeado. Claro que me duelen las personas que dejo atrás, las que me conocen saben que en mi corazón siempre hay un huequito para ellos. Quizás debería pasar más tiempo con mis padres, pasar más tiempo con mi abuela, haber visto crecer a mi hermano… Pero no, no lo he hecho y espero en un futuro no arrepentirme de ello. Creo que todos somos conscientes de que hay un hilo que nos une sin importar si estamos a 1m o a 1000km de distancia. Creo que hacer los que nos hace felices es más importante que vivir una vida vacía (por otros motivos) a su lado y todos y cada uno de ellos lo sabe y es por eso que nos queremos tanto, porque nos dejamos vivir.
Mi volver cambia con el tiempo (y muy a menudo), ahora “vuelvo” a Berlín, hace apenas 6 meses “volvía” a Edimburgo, algunas veces pensé que “volvía a Barcelona”. Este blog comenzó con una “Vuelta” a Colombia… Así que como ven, no, no puedo volver a un lugar concreto pero si puedo hacerlo a muchos de ellos y en cada uno dejo un pedazo de mi corazón que me sirve para volver a plantar mi maceta de vuelta, al menos por un corto tiempo.
Las fronteras desaparecieron hace mucho para mí, los idiomas hace menos, las personas cambian constantemente, los paisajes, las rutinas, las primeras veces pasan mil veces al día y los amaneceres, como no, no son siempre los mismos.
Yo no puedo “volver a casa” en el sentido que quieren darle aquellos que la preguntan… Porque volver no es nunca un camino hacia atrás, es más un desvío, un giro a la derecha, una bajada o una subida, porque mi casa son mis pies. Algunas veces me gusta más, otras un poco menos… Creo que una vez aprendes a vivir con ello es uno de los mejores sentimientos.
No me apego a la costumbre, a los vecinos, a los bares de la esquina, a las panaderías. No me despido de nadie porque se, sin duda alguna, que volveré a verlos, …o no, pero estaré en ellos y ellos en mi cada día cuando me miro en el espejo. He aprendido a no apegarme a las cosas, porque caminar ligero es como planear en el viento y espero poder seguir haciéndolo por mucho tiempo.
Así que desde casa de mis padres y muy contenta de poder reunirme con ellos después de 3 navidades lejos os deseo Feliz navidad.