Llegamos a Pakistán y las cosas no funcionaban. Nada salía bien, estábamos agotados después del cruce de frontera por tierra desde Iran y todo parecían ser problemas.
Después de ls eternas 16 horas de tren, la espera en Bahawalpur hasta las 3 am, y finalmente el bus que nos dejaría en Lahore (26 horas después de emprender el viaje) no sabíamos si irnos de Pakistán, cruzar la frontera hacía India y olvidarnos de todo el embrollo.
Intentando solucionar el problema hice uso de un contacto en Lahore que resultó ser nuestro ángel salvador en el camino.
*Recuerda que los datos útiles los encontrará al final del relato
Llegamos a la estación y allí estaba Rao esperándonos, Rao que hasta apenas 6 horas antes no tenía ni idea de que existíamos. Nos subió en el coche y nos llevó hasta el hostal. Durante nuestro tiempo en Lahore nos hospedamos en Lahore Backpackers que es uno de los únicos alojamientos de bajo presupuesto que acoge a extranjeros. Punjab parece presentar todo tipo de problemas.
Allí conocimos a Sajaad y nos despedimos de Rao durante unas horas mientras reponíamos energía. Sajaad es el manager del hostal y en ese momento estaba pasando por una crisis personal importante, su mujer y sus hijos habían sufrido un accidente en un rickshaw hace apenas un par de días.
Lahore exhumaba calor, calor por todos lados. En pleno final de mayo las temperaturas se acercan a sus máximos y llegamos a sufrir 47 grados desde esa terraza. Queriamos descansar y con la intención de ahorrar algo de dinero nos alojamos en una pequeña habitación sin aire acondicionado, no sé como sobrevivimos allí más de 10 días.
Durante esos 10 días Jesper además pillo un resfriado que lo tuvo a 39 de fiebre durante un par de días… Pero la verdad es que Lahore, incluso con todo aquello, se transformo en un bastión de descanso por el simple hecho de haber hecho buenos amigos.
Durante nuestros días en Lahore descansábamos y nos escondíamos del sol, durante las noches disfrutamos de Rao y su compañía, gracias a el conocimos también a Muzzammil y a su familia y con ellos cada tarde eran risas aseguradas. Probamos decenas de cosas por primera vez, recorrimos las pequeñas calles de la Lahore antigua, nos vimos en medio de un atasco peatonal (bueno y de motos, todo muy absurdo y bizarro). Comimos como hacía mucho que no hacíamos y sobre todo tuvimos el placer de estar sentirnos como en casa estando tan lejos…
De todas las charlas las que más nos atraían eran las historias de Rao y Muzzammil en sus motocicletas. Ambos son motociclistas aficionados, pero aficionados de verdad, hace dos años decidieron establecer un nuevo record nacional y recorrieron 14.000 km en Pakistán en solo un mes (sin repetir caminos). Esa aventura los llevó al limite y a cada rincón del país, país del que no paraban de mostrarnos increíbles fotografías.
Después de escuchar noche tras noche sus aventuras nos preguntamos ¿Y si alquilamos una moto y recorremos Pakistán? durante unas horas nos parecía la mejor idea del mundo, luego recordábamos que ninguno de los dos sabía como manejar una motocicleta, luego también nos acordábamos de que estábamos en Pakistán y al final del día habíamos desistido de la idea.
Sin embargo la idea reaparecía a la mañana siguiente hasta que un buen día se lo contamos a los chicos y nos dijeron “Si compráis una moto os va a salir más barato que tantos días de alquiler” y en cierta manera nos animaron a seguir con el tema de recorrer el país en motocicleta en la cabeza… Cuando les dijimos que nunca habíamos conducido una moto se lo tomaron a broma me parece, porque seguimos con la historia hasta que finalmente se nos fue la olla por completo.
En un arranque de estupidez (o valentía, no lo sé) decidimos hacerles caso. Rao y Muzzamil nos ayudarán con los tramites, como buenos motociclistas saben lo que una moto necesita y sabían donde encontrarlo así que no estábamos solos, de hecho comenzamos a entender que en Pakistán nunca estas solo.
Nos alojamos en: Lahore Backpackers, los primeros días por 1000 Rp, luego nos mudamos a una habitación con aire acondicionado por 1500 Rp
Existe otra opción desde 300 RP cama en dormitorio a apenas una calle de allí. Internet Inn, eso sí, mucho más pequeño y sin mucha ventilación pero apto para el que vaya sin un mango 😉
Llegamos a Lahore desde Bahalwapur: 920Rp por persona.