Algunas veces somos conscientes de que tenemos que cambiar cosas en nuestra vida pero nos preocupa o nos da miedo que afecte a nuestro día a día por completo y no nos vemos con fuerzas/ganas/opción para hacerlo.
Bien, déjame desmentirlo. Hacer cambios pequeños en tu vida que tengan mucho efecto es muy sencillo y creéme, una vez comiences con las cosas más simples estarás ya dentro de esta rueda y te plantearas cosas que antes quizá nunca se te habían pasado la cabeza y sí, tu vida cambiará en algún momento, la manera en la que hacías cosas seguramente mejorará, pero eso no va a pasar de la noche a la mañana, no vas a tener que “adaptarte” a una nueva forma de vivir (a menos que quieras hacerlo todo de golpe). Así que deja la pereza y da el paso porque si estás aquí es porque como mínimo te lo has planteado más de una vez.
Te voy a dejar con una lista de pequeños cambios en tu día a día que requerirán únicamente un esfuerzo de memoria y poco más y que, aunque parezca que no, pueden tienen un efecto importante, el más importante de hecho, el darte cuenta de lo mal que están las cosas.
Puedes incluso tomarte esto como una hoja de ruta y comenzar uno a uno hasta tenerlos dentro de tus hábitos.
Las bolsas plásticas
Verás, las bolsas plásticas son uno de los contaminantes número uno. Es cierto que en muchos lugares ya se cobra por ellas para incentivar el uso de bolsas reutilizables pero la verdad es que aún son la manera más común de llevar cosas simples de un lado a otro. Por ejemplo, aunque en las cajas de los supermercados tengas que comprarlas no tienes que hacerlo en la sección de vegetales y en algunas pequeñas tiendas de barrio o mercados es lo primero que te pondrán en la mano.
Pensar en que NO quieres y NO necesitas una bolsa plástica es más simple de lo que parece. Estoy segura que tienes más de una totebag, bolsa de tela, mochila, llámale como quieras en casa. Si la tienes además tienes que saber que para que su costo tenga sentido (el costo ambiental) tienes que usarla al menos 90 veces. ¿Lo estás haciendo?
Trucos:
Hay bolsas de tela de todo tipo, yo tengo un par muy livianas y pequeñas que cargo conmigo en mi bolsito, me sirven para compras pequeñas o incluso para cuando me voy al super y se me olvidan las bolsas de las frutas o cuando paso por la sección del super de la panadería.
Para el supermercado SIEMPRE llevo mi mochila conmigo y suelo usar una de las bolsas de plástico reutilizables que los supermercados daban al inicio. Sí, es plástico, pero de momento me hace la labor porque el tamaño es mayor (si tuviera que meter todo lo que compro en bolsas de tela llevaría 5 encima) y la uso hasta la saciedad, tengo una desde hace 5 años, se me ha roto y la he vuelto a coser porque realmente me hace la vida más fácil.
Para los vegetales suelo usar las bolsas pequeñas que llevo guardadas. Si lo pesan en la caja no uso bolsa directamente, si lo pesan en la parte de frutas y verduras hago que lo pesen por separado pero que me lo metan en la misma bolsa de plástico si no llevo las de tela o por separado en las bolsitas de tela.
Así que eso, ANTES de salir de casa equípate con lo necesario, una o dos bolsitas plegables pequeñas y livianas siempre en el bolso y para antes del super todo lo que necesites para no volver con bolsas extras en la mano.
Te juro que lo que te digo aquí lo único que requiere es acordarse de ello, acordarse de rechazar la bolsa y de llevar una siempre contigo, una vez es parte de tu día a día ya es como lavarte los dientes por las mañanas.
Reduce tu consumo de carne a sólo dos días a la semana.
Mira, yo sé que la carne te gusta, a mi también me gustaba y sé que puedes pensar que dejarla puede ser dificilísimo, te puedo decir que es más fácil de lo que parece, pero para que puedas verlo puedes comenzar con por ejemplo comer carne solo dos días a la semana.
Hay gente que hace “un día sin carne” y a mi eso sinceramente me parece tener los niveles de exigencia bastante bajos… que un día sin carne a la semana le parezca a alguien un hito denota la cantidad de carne innecesaria que ponemos en nuestra dieta. Si te planteas por el contrario comer carne solo dos veces a la semana verás cuanta carne comías anteriormente (porque muchos me dicen “yo apenas como carne” y yo también decía lo mismo, pero en realidad cuando te fijas está en todos lados).
Eso no solo cuenta el filete o la pata de pollo o la hamburguesa, cuenta las lonchitas de jamón, los embutidos, las virutas de bacon. De verdad, plantéatelo, puedes seguir comiendo carne igual por lo que no tienes esa dificultad irreal y falsa de “no puedo dejarla” porque no tienes que hacerlo y puedes tener un impacto real en el planeta.
Truco:
Nosotros dejamos de comer carne por motivos ambientales y también morales con los derechos de los animales. Entiendo que cada uno vaya a su ritmo y tenga sus motivos pero te estoy contando lo que yo sé que es lo que he experimentado. Cuando nosotros dejamos de comer carne dejamos de comprarla y casualmente dejamos de comerla… una vez desapareció de nuestro carrito de la compra desapareció casi por completo de nuestra vida. Comíamos aún cuando salíamos hasta que nos dimos cuenta de que era una tontería y simplemente la olvidamos. Cuanto menos compres menos vas a usar. Sé que suena tonto y simple y evidente pero mucha gente no lo ve tan obvio.
Si tienes miedo de que “no sabes que comer sino” es otro motivo por el que deberías plantearte tu nutrición porque demuestra lo viciada que está si no tienes ideas sin carne. (tranquila, nos pasa a todos al inicio). Pronto te darás cuenta de que buscando alternativas encontrarás cosas que siempre han estado ahí y nunca habías usado para cocinar y tu comida será MUCHO MÁS VARIADA que nunca. Te lo juro. Pero no buscarás esas alternativas si la tienes al alcance de tu mano en tu nevera, los humanos somos vagos.
Deja de comparar bebidas embotelladas, especialmente agua.
Si te parece que es algo muy simple que no tiene ningún tipo de efecto te invito a que veas este episodio de la serie Rotten donde te muestra el daño irreparable que el agua embotellada hace al planeta. No solo por los residuos sino por toda la mafia que hay detrás de sus plantas embotelladoras y de un producto que te han vendido como necesario pero que NO LO ES.
Deja de comprar agua embotellada, te lo pido. Si no te gusta el sabor del agua de tu ciudad entonces puedes buscar filtradores, hay algunos para la llave directamente y otros que son en tipo jarra, hagas lo que hagas, deja de comprar agua embotellada.
Truco:
Cuando salgas lleva contigo siempre una botella en la mochila con agua o con bebidas, así evitarás hacerlo durante el día. Esta parte es un poco más compleja pero cuando te acostumbra, al igual que con lo de las bolsas, es parte de tu rutina.
NO, no tienes que comprarte una botella de agua megafashion que no vas a terminar usando. Comienza por reutilizar una botella de plástico que tengas en casa y cuando tengas el hábito asumido entonces ya eliges lo que mejor te parezca. Yo nunca he tenido botellas de estas porque SIEMPRE he tenido una botella de plástico conmigo (luego cuando ya está un poco vieja siempre acaba apareciendo otra). A menos de que hayas eliminado el plástico totalmente de tu vida me parece sinceramente innecesario.
Reutiliza los recipientes de vidrio
Otra trampa en la que la gente suele caer es ponerse a comprar recipientes cuando la realidad es que comprando cualquier salsa, mermelada o conservas tendrás uno en tus manos. Yo lavo y seco TODOS los recipientes que usamos y tengo una caja donde los voy metiendo. Los más grandes los suelo usar bastante en la nevera para sopas, para salsas, para lo que sea, son redondos sí, pero no son inútiles. También me sirven para llevarme comida cuando hacemos excursiones o incluso a la oficina. Los frascos de conserva son tus nuevos tuppers. USALOS.
Tengo muchos, no voy a negarlo, antes cuando vivía en Barcelona se los llevaba a mi madre para sus conservas y ella los usa TODOS. Así que si tienes ofrécelos por algún grupo de Facebook, te aseguro que para alguien son un tesoro.
Aquí mi madre te enseña como hacer algunas conservas (no me digáis que no es adorable).
Recuerda, REUSAR antes que comprar.
Compra de segunda mano
El 90% de las cosas que tengo en mi poder son de segunda mano, creerás que estoy exagerando pero no. Lo llevo haciendo muchos años, no solo por motivos ambientales porque antes no me importaba nada sino por motivos económicos. Estoy TAN acostumbrada a comprar de segunda mano que para mi, siempre es la primera opción en cosas que superan cierto valor.
Desde hace unas semanas me plantee ir más allá y comenzar a usarla como mi opción número uno, independientemente del tamaño o valor de lo que esté buscando, primero siempre lo busco de segunda mano, sino lo encuentro voy por las otras opciones.
Si nunca has comprado de segunda mano y no te “fías” de la calidad nuevamente desde mi experiencia te puedo decir que no tienes mucho de que preocuparte, muy pocas veces he comprado algo que no ha sido lo que me esperaba o que se me ha estropeado, en muchos casos he comprado cosas con sus recibos (nuestra cámara de fotos es de segunda mano, la compré con 200 disparos, nuestros móviles son de segunda mano, nuestro dron es de segunda mano, lo compré precintado, casi todos nuestros muebles son de segunda mano). Te sorprenderá la cantidad de gente que compra cosas que NO necesita y nunca las usa.
Truco:
Familiarizate con las aplicaciones y webs que hacen esto posible en tu país o ciudad. Lamentablemente en Latinoamérica esto es menos común pero so no significa que pueda crecer o que ya haya algunas opciones que simplemente tu no conoces.
En España tienes Wallapop. En Alemania tienes Ebay-Kleinanzeige en el Reino Unido y otros países de habla inglesa tienes Gumtree. SIEMPRE HAY ALGO. También en muchas ciudades hay grupos de Facebook de “compra venta” que suelen ser la más de apañados.
Si eres mujer pásate YA a la copa menstrual
De todos los cambios que he hecho en mi vida este probablemente es el que más me costó. Mi periodo es muy corto, siempre me daba pereza usarla para apenas usarla un par de días. Realmente era una excusa porque además me regalaron una hace años.
Me costó unos 3 meses acostumbrarme pero una vez lo hice realmente no hay vuelta atrás. No solo reducirás tus residuos considerablemente (una compresa tarda en descomponerse más de 300 años) sino que también te ahorrarás dinero y será más saludable (¿Conoces el síndrome shock tóxico que pueden causar los tampones?).
Te costará tres periodos y luego te prometo por snoopy que serás la mujer más feliz del planeta.
Truco:
Lo único es darle una oportunidad, a mi me costó 3 meses adaptarme y aún tengo mis días en los que me cuesta sacarla pero va mejorando. Esto ya es solo cuestión de hábito. El siguiente paso es eliminar por completo salvaslips y compresas con compresas de tela o ropa interior absorbente.
Cómo ves es posible hacer pequeños cambios en nuestra vida y que estos cambios tengan un efecto real, así que espero que estas ideas te sirvan para dar pequeños pasos hacía una vida ligeramente más sostenible. Si tienes ideas o por experiencia quieres compartir tu opinión sobre algo similar no dudes en dejarla en los comentarios