La ruta hacía Gilgit fue dura, el camino corre al lado de un río y es en su mayoría no pavimentado, tardamos unas 7 horas en hacer el trayecto (contando las paradas para descansar) y llegamos a la ciudad agotados.
Mientras comprobamos un par de cositas para recuperar fuerzas y buscábamos por un lugar donde descansar (queríamos seguir probando ya que los lugares donde ya habíamos dormido tampoco nos parecían excepcionales) apareció Baba y me habló en un perfecto español, me dijo que tenía una tienda a unos pocos metros de donde estábamos. Decidimos seguirle con nuestra agua y nuestra Colacola, le ofrecimos una, al fin y al cabo el Ramadán ya había terminado. Su tienda se llama Xama Stores y se encuentra en la calle principal, vende algunos productos locales y algunas joyas que el mismo hace. Qayum (su verdadero nombre, aunque todos lo conozcan como Baba) vivió durante muchos años en España, donde viajó por el país y por el continente vendiendo sus artesanías. Es todo un personaje.
Después de un buen rato de charla nos mostró un libro de visitantes y nos ofreció su casa para descansar, una Guest house donde recibía extranjeros. Nos miramos para asegurarnos de que ambos sabíamos lo que queríamos y le dimos nuestro gesto afirmativo. Pagamos 1200 rupias por dos camas en una habitación compartida donde no había nadie más (también tiene habitaciones privadas por un poco más).
La casa de Baba (Serena Guest house) se encuentra a las afueras de Gilgit, justo al lado del Serena hotel de la zona, es una casita blanca que recuerda a Andalucía con un pozo en medio, jardines y un aire especial. Cuenta con una cocina que deja usar a sus huéspedes sin problemas e internet.
La casa de Baba era lo que finalmente estábamos buscando en Gilgit, ojalá la hubiésemos encontrado antes, es un oasis y Baba una persona muy particular al que le encanta practicar su español (también habla algo de inglés) desde luego si pasáis por la ciudad, aunque no durmáis allí pasaros a verle. Si no tenéis medio de transporte Baba dispone de un Jeep y os lleva y trae al pueblo (sin pasarse) o os podrá dar alguna excursión por la zona por un precio anteriormente acordado. Su teléfono es +923465466101, como os he dicho, habla español perfecto. Decidle que venís de parte de Valen y Jesper y que su casa y su cara andan por este blog. Dadle un saludo muy grande. Dudo que nos recuerde, pero estaremos en su librito de huéspedes.
Dejamos Gilgit sabiendo que volveríamos, con al intención de visitar el campo base de Nanga parbat, que hasta ahora no lo habíamos conseguido. Recargamos energías, sacamos dinero en uno de los únicos cajeros que nos funcionaba en el país (El Allied Bank de Gilgit) y salimos hacía Raikot Bridge.
Para llegar a Fairy Meadows solo es posible hacerlo con Jeep, la carretera es un trayecto peligroso al borde de un acantilado del que tienen el monopolio los Jeeps de la zona, no dejan pasar (y sinceramente viendo el estado de la vía tampoco me sorprende). El problema es que el precio del Jeep son 80 dólares por el camino de ida y vuelta (es decir 40 y 40) que obviamente se abarata si el Jeep va lleno, unas 4 personas a 6 personas (dependiendo de lo cándido que sea el conductor).
Días anteriores a nuestro ascenso publicamos nuestra búsqueda de grupo en el grupo de Facebook del Karakoram Club donde conocimos a Farzan y a su grupo de amigos, algunos fundadores del grupo, todos chicos de Lahore que subirían durante esa fecha a la zona. Quedamos para encontrarnos antes de intentar subir porque los conductores de Jeep no son muy abiertos a gente parada esperando para encontrar allí mismo un grupo, y una vez tuvimos todo cerrado dejamos Gilgit para ir a su encuentro.
Algo con lo que no contábamos era que los policías ya se habrían percatado de nuestra llegada a Raikot y nos estaban esperando para hacer el checkpoint y subirnos escoltados a la zona. En algo que sucedió muy rápido me vi dentro de un Jeep casi en contra mi voluntad (es el problema de la comunicación y el choque cultural respecto a la seguridad), pero finalmente después de una pequeña discusión conseguimos bajarnos y consiguieron entender que estábamos esperando unos amigos.
Pasó al menos una hora y llegó el grupo, Farzan, Andy, Hamad, Bud, Hamzi y Marcos, un australiano que ya venía con ellos. Eramos 8, nuestra idea era repartirnos en dos Jeeps, pero cuando intentamos subir se empeñaron en ponernos a los extranjeros en dos y a ellos en otro alegando que la escolta tenía que subir y no cabíamos más en el Jeep. Después de alguna que otra discusión y la ayuda de nuestros nuevos amigos conseguimos repartirnos en dos Jeeps tal y como habíamos planeado y comenzamos el ascenso.
La carretera, tal y como os había dicho, está en un estado particular, pero es imposible hacerse a la idea hasta que no se realiza el camino. Si le tienes miedo a las alturas te recomiendo que te hagas al lado izquierdo del coche de subida o todo lo que verás desde la ventana es acantilado a lo que parecerá menos de medio medio de tu puerta. Por otro lado prepárate para los saltos, el Jeep no sube precisamente despacio y no habrá un solo momento en el que no estes dando botes con las piedras del camino.
Cómo llegar a Fairy Meadows y a Nanga Parbat
El punto de partida como te comentábamos es Raikot Bridge, está a unos 78 km de Gilgit en medio de la Karakoram. Si no vas en moto puedes ir en bus tanto desde Gilgit como de Islamabad y pedirle al conductor que te deje allí. Es un punto más que reconocido por los locales.
Una vez allí tienes que contratar el Jeep, nos dijeron que serían 7000 Rupias pero fueron en realidad 8000 porque era el fin de semana estrella de la zona y las mafias on así. El Jeep se contrata de subida y bajada por lo que te iras con el mismo conductor (o sus secuaces) con el que llegaste. Tienes que acordar una hora de salida y tener su número de teléfono. Es importante que sepas esto por que habrá una última parte del camino que harás a pie y que has de tener en cuenta a la hora de programar tu viaje.
El camino en Jeep es una hora y media dependiendo del entusiasmo del conductor y los Jeeps que se encuentren por la zona. Nosotros, sin habernos enterado, decidimos ir cuando todo Pakistán se encontraba de vacaciones (los días siguientes al final del Ramadán son una locura en el país) así que aquello parecía un desfile.
Una vez el camino acaba tu Jeep te deja en una especie de casita de montaña donde podrás comprar algunas cosas y seguir por el camino a pie. Dependiendo de tu estado físico te tomará unas dos horas en llegar hasta la cima. 2,30h si vas con Pakistaníes y 1,3h si estás acostumbrado a estas cosas. El camino es MUY fácil y tiene pequeñas paradas durante el recorrido donde puedes hacer un café o tomar algo. Subid temprano, o se os hará de noche en la caminata y no queréis eso y hacedle un favor al mundo, no dejéis basura por el camino, la naturaleza no la necesita.
Llegamos a Fairy Meadows ya casi de noche, la verdad es que fue entre un gustazo y una tortura hacerlo acompañados, por un lado nuestros nuevos amigos pakistaníes eran una maravilla para charlar, por le otro, no tan maravillosos para caminar. Aún así nos pegamos unas buenas risas y todo el viaje fue único gracias a ellos. La verdad es que de no haberlo hecho en su compañía probablemente lo habríamos disfrutado mucho menos.
Dónde dormir en Fairy meadows.
Es posible dormir en pequeñas cabañas o en tienda de campaña, tanto tuya como alquilada. Nosotros contábamos con la nuestra así que dejamos una buena cantidad de pertenencias en Gilgit, donde volveríamos a recuperarlas, y llegamos a Raikot solo con lo que necesitaríamos para el viaje.
Al llegar nos estaban esperando en un restaurante con algo de comida, al ir en grupo nos dejamos llevar un poco por lo que ellos tenían planeado, al fin y al cabo, ellos eran los locales. Al parecer realizan el viaje anualmente y tienen buenos contactos en la zona por lo que los precios que manejan con ellos, especialmente durante esa época del año, son reducidos. Disfrutamos de un riquísimo plato de lentejas, un café y preparamos una hoguera en la que disfrutamos de té y compañía de todo el campamento. Hablamos durante horas de mil cosas y comprendimos un poquito mejor esta sociedad loca. Nos fuimos a dormir con la idea de ir al día siguiente al campo base de Nanga Parbat, despertarnos temprano y salir a la caminata.
Nos alojamos en Greenland Resort, los precios suelen ser de unas 1000 rupias si no llevas tu tienda de campaña, pero para Eid los precios era de al menos 4000 rupias por cabaña y unos 2000 por tienda de campaña, nosotros pagamos 1000 por noche y comida incluida (para ambos), que quizá es lo común fuera de temporada alta.
Si vas con poco dinero lleva bebida y comida, los precios allí arriba son carillos y es de esperarse después de la odisea que hay que hacer para subirlos.
Cómo llegar al campo base de Nanga Parbat
Desde los campamentos hasta el campo base hay unas 4 horas de distancia, un poco más al ser subida, pero en general, para ir y volver te tomara unas 7-8 horas según tu forma física.
Al despertarnos aquí cada uno iba con la calma y tranquilidad de un domingo y no conseguimos salir hasta eso del medio día, bastante apurados para llegar antes de que nos cayera la noche encima. Justo antes de irnos un guardia apareció para nuestra escolta, nosotros, porque aún no habíamos comprendido que significaba para ellos, nos negamos a aceptarlo y esto derivó en al menos otros 30 minutos perdidos de conversaciones, el guardia no entendía bien porque íbamos a negarnos, nuestros amigos no entendían bien que sucedía y finalmente conseguimos que ellos se «responsabilizaran» de nosotros. Sinceramente se trataba de un fin de semana SUPER transcurrido, los caminantes se contaban a montones y en ningún momento nos sentimos inseguros. Al parecer en 2013 hubo un atentado contra 10 alpinistas en el campo base, el único atentado que ha sufrido la zona, y desde entonces se preocupan de que no vuelva a suceder. Es comprensible, pero para nosotros era un engorro.
Conseguimos salir sin el guarda y emprendimos el camino.
El primer punto de llegada es el campo de Behal, se encuentra a un poco menos de la mitad de camino y la llegada hasta allí es muy fácil, bastante plano. Desconozco si se puede hacer noche allí, pero en todo caso es un lugar ideal para hacer una corta parada.
Desde allí el camino se empina hasta llegar al «German View point», si vas con más gente o es un fin de semana ajetreado como el nuestro verás que el 99% de los caminantes terminan allí su camino, de allí hasta el campo base aún tienes una hora o una hora y media y sinceramente vale la pena, pero la subida se complica ya mucho más por lo que si no estás en buena forma física quizá sea aquí donde debas terminar.
Campo base de Nanga Parbat.
Una vez comienzas a caminar al lado del glaciar vas por la cuesta de la montaña colindante y finalmente cruzas un pequeño «río sin agua» y terminas en tu meta.
Ahora solo te queda toda la vuelta.
A la llegada al campamento volvimos a disfrutar de una fogata y conseguimos hablar con el guarda que resultó ser un tipo de lo más alegre, nos contaba (algo que podría haber explicado mejor en su momento) que su presión por acompañarnos más que por la seguridad era por que sabía que íbamos acompañados de pakistaníes y no estaban acostumbrados a caminar, y que si queríamos llegar a tiempo al campamento habiendo pasado por el campo base o íbamos a su ritmo o no lo lograríamos.
No estaba del todo equivocado, al campo base solo llegamos los 3 extranjeros del grupo, el resto se fue quedando por el camino, uno de ellos incluso en Behal, otros en el el view point y dos de ellos casi lo lograron con nosotros, a todos los fuimos recogiendo de vuelta por el camino.
Ahora solo quedaba volver y retomar nuestro camino a Gilgit para visitar nuestro siguiente destino, el valle Kalash.
5 Responses
Joan, tengo intención de ir a mediados de septiembre desde Islamabad, apúntate!
José
Me ha gustado mucho y puede ser uno de mis posibles visitas para este 2024
Me alegro Joan!. Disfrútalo mucho!, a nosotros nos encantó
Joan, qué tal?
Tengo planeado ir a mediados de septiembre, apúntate
José
Para llegar al campo base, hay que atravesar el glaciar, y llegar hasta la tumba de 2 alpinistas fallecidos hace años