Cambiando mis hábitos de consumo post Coronavirus

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👋🏽 ¡Hola! Soy Valen

He llegaó desde muy lejos con mis trucos, mis complejos, una maleta llena de trastos y un cuaderno lleno de cuentos. 

Escribo mal y te hablo sobre viajar, emprender y vivir una vida un poco más simple y sostenible.

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Podemos decir que esta cuarentena ha sido como las decenas de documentales mostrando la realidad de la industria cárnica que vi antes de dar el paso a dejar de comer carne. Solo que esta vez ha sido fuera de una pantalla y muchas de las cosas que esta sociedad y este sistema enfermo ha ido vanagloriando nos han afectado directamente, sin filtros y sin pausas comerciales de por medio.

Decidí hace mucho que no importa cuantas veces haya hecho algo mal si finalmente decido dejar de hacerlo y que no siempre tuve el privilegio de elegir o de ponerme a pensar en esto porque en otros momentos de mi vida literalmente tuve que preocuparme por como pagar la compra del supermercado. Esos días están lejos, el tiempo sigue pasando y aunque estoy muy orgullosa de mi estilo de vida, compararlo con los demás no me es suficiente. Aún hay muchas cosas que puedo y debo cambiar.

Durante estos meses encerrada he hecho una lista de los cambios en mis hábitos de consumo que he comenzado desde ya a hacer en mi vida y que quiero convertir en hábitos y quiero compartirlos aquí por si a alguno de vosotros os hace pensar o os sirve de algo.

No más Amazon

Amazon es uno de los ingresos de esta web… seguro que veréis alguno de sus enlaces por algún lado, por ejemplo en la lista del equipo que usamos para viajar. Amazon ha sido increíblemente “conveniente” o eso me han hecho creer. Me lo han hecho creer hasta tal punto que el 90% de sus productos son producidos en masa en países del este con salarios de mierda. Que las ganancias no han hecho más que enriquecer al que es hoy en día el hombre más rico del mundo, que sus trabajadores en los centros de almacenaje tienen que llevar pañales para poder mear y que queréis que os diga, si puedo, prefiero no ser parte más de eso.

Seguiré usando Amazon (de momento) en tres casos específicos:

1 – Para algunos productos ´tecnológicos (no todos, pero aún tengo que volver a ponerme al día con las opciones disponibles).

2- Para cosas que verdaderamente no encuentre en mis alrededores o en negocios locales, siempre y cuando no haya otra alternativa online.

3- Servicios, no productos. Con Amazon envío la lista de correos de esta web y también tengo el deposito de fotos. buscaré alternativas, pero de momento con esto puedo seguir viviendo.

El hecho de que tenga todo a un botón a solo un click para comprar algo y que me llegué en dos días afecta en mis ritmos de consumo que normalmente no suelen ser tan rápidos. Me acuerdo de como quería simplemente a darle comprar a esa máquina de coser en vez de seguir buscando la máquina de segunda mano con calma que es lo que siempre hago. Por suerte surgió un milagro y por 10€ la tengo en mis manos, pero me he dado cuenta de que NO quiero entrar en esa carrera de la que tanto me ha costado salir y desde luego no quiero hacerlo de la mano de Amazon.

Removeré los enlaces de afiliados de esta web para productos indispensables buscando alternativas. Dejaré un enlace general en algún lado para el que quiera seguir usando Amazon o simplemente pueda hacerlo repartiendo algo de dinero a alguien más (puedo ser yo o puede ser otro creador de contenido) pero siempre lo haré con la recomendación de no usarlo.

No más envíos

Cuando no viajamos Jesper suele trabajar como repartidor de paquetes de UPS. Normalmente ya es bastante precario pero nunca había sido tan obvio como durante esta pandemia, no solo lo que hemos visto de él, si no de todos sus compañeros, de los trabajadores de otras empresas y de este sistema que simplemente NO funciona. Subcontratas que se reparten las culpas y empresas que solo presiona a sus trabajadores que hacen infinidad de horas en condiciones deplorables mientras ellos generan beneficios sin límite.

Este sistema tiene que cambiar, no digo que desaparezca, la mensajería es el negocio más antiguo del mundo, pero tiene que cambiar y hasta que no cambie (o sepa como cambiarlo) pienso evitarlo al máximo y mantenerlo solo para lo verdaderamente indispensable. Y no, mi nueva SD card, mi champú y mis acuarelas no es indispensable que me llegué a la puerta de mi casa. si tengo que hacer envíos lo haré a centros de recogida y daré siempre que sea posible prioridad a negocios locales y a poder ser de marca propia.

Tardaré más en tener algo y eso no es un problema porque tengo TODO lo que necesito.

Esto también tiene dos excepciones, al menos de momento hasta que encuentre otra solución:

  • Mis pertenencias o paquetes que envío a mis padres. Actualmente no tenemos que volver a enviar grandes cajas ya que tenemos el pequeño trastero para cuando alquilamos el apartamento pero es muy probable que alguna caja viaje hacía o desde allí. También es probable que compre cosas con envío para ellos que viven en un pueblo de 300 personas donde la ciudad más grande se encuentra a 30 km.
  • Usaré los servicios de paquetería para ventas que tengo planteadas pero intentaré que sea lo más amigable con lo que pienso referente al método de recogida, compañía elegida y demás logística.

Más calidad, aún menos cosas

Tengo menos de lo que tiene mucha gente, tengo menos de lo que yo misma tenía hace 10 años y tengo la enorme suerte de tener una economía relativamente sana (ligada a eso de tener menos). Esto me permite poner más atención en la calidad humana y material de todo lo que pongo en mi vida, quiero usar ese privilegio.

Prometo poner más interés en lo que compro (nuevo) y no solo comprar lo más barato. No digo que lo haga siempre, sé que será imposible, pero meteré bien en mi cabeza la calidad humana y material como una condición más a valorar activamente un producto o servicio además del precio.

 

Aún más de segunda mano

Aunque desde hace MUCHOS años sea mi manera primordial de comprar sé que en muchos casos no lo hago por que es “mucho esfuerzo para algo tan pequeño”.

No más. No importa cuan pequeño o insignificante sea lo que estoy buscando, la compra de objetos usados SIEMPRE será mi prioridad y SIEMPRE será mi primer canal de búsqueda. Esto también me ayudará a regular mis tiempos de consumo y además será mejor para mi economía, aunque me cueste tiempo me da tranquilidad y eso es impagable.

 

Hacer y construir, usar y reusar.

Hacer me ha dado una satisfacción indescriptible. Desde que tengo mi maquina de coser me siento invencible y autosuficiente. Pero no es lo único que puedo hacer. Haré todo lo que pueda con mis propias manos. Aunque eso me robe tiempo o compraré a aquellos que lo hacen con las suyas.

Queremos volver a construir. La renovación de nuestro piso me da la certeza de que no hay nada más satisfactorio que levantar algo con nuestras propias manos. Queremos volver a hacerlo, no sabemos exactamente qué ni como pero está en nuestras prioridades encontrarlo.

Cambiando el suelo de la cocina

 

Comprando ropa

Recuerdo cuando pedí el préstamo para comprar el piso, aquí en Alemania te hacen un estudio financiero para saber cual es tu salud económica, en que te gastas el dinero básicamente. Me preguntaron cuánto dinero gastaba al mes en ropa AL MES. Yo aluciné, me pareció tan absurda una cantidad mensual que solté la risa. Obviamente yo vivo en mi mundo y en mi mundo no solo no cabe mucha ropa sino que la que tengo la uso hasta que se me rompe y más por lo que puedo decir que si gasto 100€ al año en ropa es demasiado.

Hasta ahora eso sí, había caído en el fast fashion, (sabías que una prenda de media en EEUU se usa solo 37 veces antes de “tirarla” o “donarla”, ¿has pensado en cuánto usas tu ropa?) no por lo fast, lo dicho, yo uso la mía hasta que no queda ni para trapos de cocina. Pero si a sabiendas de las condiciones laborales de aquellos que lo producen. Lo hacía por mero interés económico y aunque no sé bien bien como salir de esa parte de la rueda (porque ni Primark ni Nike son una solución) voy a comenzar a investigar en ese sentido y mientras tanto intentaré suplir mis básicos con lo que yo pueda hacer con mis manos y seguiré comprando como hasta ahora una buen cantidad de esa ropa de segunda mano.

 

Puedo decir que por suerte mis hábitos y decisiones de consumo llevan mucho tiempo cambiando así que no comienzo de cero, pero eso no me impide seguir avanzando.

Cuanto menos necesito comprar
menos comprada me siento
Cuando menos necesito consumir
menos consumida me siento
cuando menos necesito
más libre soy.

Ada Luz Márquez

 

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4 comentarios

  1. Valen creo que me has leído la mente, y me he sentido un poco más acompañada. Me siento un poco sola en toda esta movida, todo al mundo a mi alrededor consume a ritmos trepidantes.

    1. Hola Rocío,

      No te sientas sola, somos muchos, te lo aseguro 🙂
      Todo el mundo consume a ritmos trepidantes porque es fácil caer en ello, porque es lo que nos han vendido como el éxito… por mil motivos más que ni tan solo entiendo.
      Da igual lo que ellos hagan, tu puedes hacer pequeños cambios, no se trata de ser perfecto, se trata de ser consciente.

      Un abrazo

  2. No he caído en compras con Amazon ni pizzas con Glovo o similar. Ni siquiera en comprar en Mercado así y similares.
    Sabes por qué?, porque tengo conciencia de clase y debe ser rarita pero estoy por la venta de tú a tú. Nos han echo creer que todos somos clase media y no solo no lo somos sino que además con el engaño bien estudiado nos han quitado las armas para luchar por nuestros derechos y como individuos estamos perdidos.

    1. Pues la verdad te admiro. Yo con la excusa de que me muevo tanto de que me sale a cuenta de que lo que sea la verdad es que aunque no compre mucho si que estaba haciendo de Amazon un mes a mes y me estaba “acostumbrando”. Lo tengo fácil, tampoco es que sea una compradora compulsiva ni mucho menos pero justamente eso fue lo que me sorprendió de verlo, esa “facilidad” es un engaño. Con la comida si no lo he hecho nunca, trabajé además en Marketing para una empresa de comida a domicilio y si ya entonces lo hacía ya no se me ocurría ni pensarlo (y lo dejé porque preferí dedicarme a apoyar negocios con un poco de alma).
      Como individuos estamos perdidos, pero creo que aún podemos reencontrarnos. No sé, me va a días.

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