A dedo por Argentina – Ruta 3 a Ushuaia III (Un camino sobre dieciocho ruedas)

Contenido:

👋🏽 ¡Hola! Soy Valen

He llegaó desde muy lejos con mis trucos, mis complejos, una maleta llena de trastos y un cuaderno lleno de cuentos. 

Escribo mal y te hablo sobre viajar, emprender y vivir una vida un poco más simple y sostenible.

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Apenas si habíamos dormido, estábamos cansados pero contentos. Habíamos hecho más de la mitad del camino y las cosas iban sobre ruedas. Salimos a la estación de servicio, caminamos un poco y levantamos el dedo. Un ex policía -cuyo nombre no recuerdo- nos recogió del camino y nos llevó al centro. De allí tomamos un colectivo a Rada Tilly  -que nos costó a ambos ocho pesos-, solo para salir de la ciudad. Una vez en Rada Tilly, hicimos nuestro cartel con destino a Caleta Olivia y comenzamos a caminar. En menos de cinco minutos una camioneta se ofreció a llevarnos. La conducía Víctor. Víctor vive en la ciudad y además practica todo tipo de hobbies -como el buceo y la pesca-. Un personaje con mucha vida y alegría.

Caleta Olivia

Víctor pensaba solo a llevarnos unos setenta kilómetros hasta Caleta, pero una vez allí nos ofreció una ducha caliente y comida. En estos momentos piensas que la gente es increíble, y que todo lo bello está aún por llegar. ¡Obviamente aceptamos! Nos ofreció primero unas almejas que él mismo había recogido y luego nos deleitó con la famosa milanesa con puré… ¡Todo estaba delicioso! Observó el mapa con nosotros y nos aconsejó. Nos recibió con los brazos abiertos y nos volvió a dejar al borde del camino. ¡Gracias Víctor!

Río grande

Nos sentíamos un poco culpables por el hecho de no haber salido más temprano, y pensamos que igual acabaríamos avanzando solo setenta kilómetros ese día. Salimos un poco más allá de la estación de servicio, unos dos kilómetros al sur. Esperamos y esperamos -un poco preocupados- y, finalmente, un camionero nos saludó y paró su camión. Lo primero que nos dijo es que iba cien kilómetros al sur. ¡Aceptamos encantados! Nos presentamos. ¿Su nombre? Fernando.

Mochileros argentina

Jesper se quedó dormido casi al tocar el camión. Así que debía entretener a Fernando antes de que nos odiara. Luego por el camino pensé…  ¿Qué hay a cien kilómetros de Caleta?… ¡Nada! Se me hizo un poco raro pero bien, qué más daba.. A los cien kilómetros me dijo: ¡aquí te bajas!… y me señaló la nada. Me lo quedé mirando…  “¡No me jodas! ¿Aquí me vas a dejar?”… un poco siguiéndole el juego. La verdad es que resultaría ser que Fernando iría hasta Río Grande, 1000 kilómetros al sur. La cara de alegría me costó disimularla… Se trataba de casi finalizar el camino y quedarnos a solo doscientos kilómetros de Ushuaia ¡increíble!

¡Fernando estaba loco! No puedo decirlo de otra manera… ¡Era un loco!… de esos que valen la pena. Gracias a él disfrutamos de cosas inimaginables. Como conducir un camión por la ruta 3  -¡sí! ¡conduje un camión!-. O ir de noche por media Tierra del Fuego… con una luna enorme… y las luces apagadas para apreciar el paisaje…

Dormimos con él en el camión dos noches y le damos las gracias. El viento patagónico no perdona y menos de noche. Si conseguía mecer un camión de cuarenta y cuatro toneladas, no quiero saber lo que sería capaz de hacer con nuestra carpa. Así que durante mas de treinta horas su camión fue también nuestra casa.

Río Gallegos

Pasamos horas esperando la aduana en Río Gallegos. Cruzamos por primera vez la frontera terrestre entre Argentina y Chile y, por encima de todo, tuvimos un viaje de lo más ameno.

A dedo por la ruta 3

Fernando se despidió de nosotros en Río Grande temprano… dándonos un abrazo. De allí nos dispusimos a hacer dedo hasta Ushuaia y tuvimos la suerte de encontrarnos a Narciso -otro camionero, otra casa-.  Esta vez fue gracioso. ¡El camión estaba lleno de cosas! Narciso nos acompañó los últimos doscientos kilómetros. Ya dentro de la ciudad, Jorge nos acercó al centro y Javier nos llevó al camping. Como pueden ver levantamos la mano y, aunque esperamos, no nos desesperamos. Hasta ahora siempre ha aparecido una cara amable dispuesta a llevarnos y así ha sido durante más de tres mil kilómetros… ¡Aquí estamos!… ¡en el fin del mundo!

  •  Sexto día:
    Comodoro Rivadavia – Caleta Olivia 70 km
    Caleta Olivia – Río Grande 900km
    Noche en el camino
  • Séptimo día:
    Caleta Olivia – Río grande
    Noche en Río Gallegos
  • Octavo día:
    Río Grande – Ushuaia 270 km

Total: 1240 km

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5 comentarios

  1. Estamos planeando hacer un viaje similar al suyo en Agosto, que tan aconsejable es acampar en invierno en la Patagonia Jajajaja :S

    Leer historias como esta motiva y pone ansioso a estar en la ruta con el dedo levantado jejeje saludos desde México! 🙂

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